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viernes, 21 de mayo de 2010
No estoy muerta, estoy viva. Puedo controlar mi vida, pero no mi muerte. Cuarenta Rivotriles y una botella de vino blanco me iban a matar. Me acosté pensando que no me iba a volver a despertar jamás. Escribí todas las paredes con mensajes, escribí cartas para todos. No quiero que se sientan mal, yo me moría feliz. Yo quería que todo fuera perfecto.
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