.
viernes, 24 de abril de 2009
El cielo arde en nuestros ojos, estamos todavía a tiempo, la sangre de nuestras manos es el vino, que ofrecemos como sacrificio. Vamos, y demuestrales tu amor, desgarra las alas de una mariposa, por tu alma, mi amor, desgarra las alas de una mariposa, por tu alma. Esta milla de compasión sin fin, la estamos avanzando lentamente juntos. Con el infierno congelandose en nuestros ojos, los dioses se arrodillan ante nuestro delito...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario